jueves, 16 de octubre de 2008

Esa noche


Hable contigo solo unos minutos, hice varias preguntas, tus respuestas fueron breves, quede en llamar mas tarde. Recuerdo un tono de preocupación, no le tome importancia, tus ultima palabras fueron ´´cuídate mucho´´ esas palabras resonaron en mi cabeza por varios instantes. Esa noche había una sensación de incertidumbre, marque una y otra vez, nadie atendía. El sentimiento crecía, hasta que el sueño venció esa sensación. A la mañana siguiente sentí la misma incertidumbre a la noche anterior, di un vistazo alrededor de la cama tratando de localizar mi teléfono, que al ver la pantalla esa sensación se convirtió en realidad. Varias llamadas perdidas, sentí algo frio que recorría mi ser. Devolví las llamadas perdidas, pero nadie decía nada en claro, todos evadían mis preguntas, tal vez no encontraban las palabras o temían mi reacción. Si era sobre ti te habías ido y sin decir nada en tu despedida. Yo estaba tan lejos de ti, donde esperaba tu regreso. Empecé a juntar lo que a mi mente se venia o tal vez era solo un impulso. Vi tus cosas en tu recamara tal como las habías dejado, tu ropa en el closet que aun mantenían tu olor, las sostuve entre mis brazos, mi cara se inundaba al darse cuenta de tu ausencia.
Por primera vez sentí el vacio, aquella persona que había forjado todo su ser para formarme y darme lo mejor se había ido y para no volver.

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